La Exposición Internacional de Berlín de 1957 (Interbau), promovida tras la destrucción de la ciudad durante la Segunda Guerra Mundial, invitó a arquitectos de 14 países, como Walter Gropius, Alvar Aalto u Oscar Niemeyer, a reconstruir un distrito completo con 36 proyectos residenciales y diversos servicios públicos. El barrio, que tomó el nombre de Hansaviertel, fue en gran medida la respuesta occidental al proyecto de la avenida Stalin, hoy Karl Marx Allee, que se estaba construyendo al otro lado del muro. Esta exposición busca reflejar el concepto bajo el que se pensaron las obras fotografiadas, tratando de sintetizar en una serie de imágenes los aspectos más representativos de cada proyecto. Se pone el foco en el detalle, evitando detenerse en el contexto. Los materiales utilizados, su textura y color, adquieren así todo el protagonismo, poniendo especial atención en la pátina que el tiempo ha dejado sobre ellos.