EXPOSICIONES

Las flores mueren dos veces

Cristóbal Ascencio

17 may. — 7 jul. 2024

Parque Campo Grande

— Valladolid

Jardín II, 2023 ©️ Cristóbal Asencio
Jardín II, 2023 ©️ Cristóbal Asencio
Paphiopedilum, 2022 ©️ Cristóbal Asencio
Paphiopedilum, 2022 ©️ Cristóbal Asencio
Tradescantia zebrina, 2022 ©️ Cristóbal Asencio
Tradescantia zebrina, 2022 ©️ Cristóbal Asencio
Jardín I, 2023 ©️ Cristóbal Asencio
Jardín I, 2023 ©️ Cristóbal Asencio
Plant Species, 2022 ©️ Cristóbal Asencio
Plant Species, 2022 ©️ Cristóbal Asencio
Filicopsida, 2022 ©️ Cristóbal Asencio
Filicopsida, 2022 ©️ Cristóbal Asencio
Esp

Las flores mueren dos veces es un proyecto que explora una relación paterno filial llena de pérdida, silencio, muerte y reconciliación. El fotógrafo mexicano Cristóbal Ascencio se embarcó en este proyecto tras descubrir que la muerte de su padre había sido un suicidio. Este hecho le llevó a revisar su archivo familiar y el último jardín donde trabajó su padre, jardinero de profesión. En esta aproximación el fotógrafo usó diferentes estrategias digitales para alterar las imágenes.

Una representación tridimensional del jardín mediante fotogrametría aborda cuestiones relacionadas con la plasticidad de la memoria, representada en las plantas cultivadas por su padre y que aún hoy siguen vivas.

A través de la imagen el fotógrafo busca darle forma a la ausencia y establecer un diálogo entre ambos mundos. La fotografía sirve como punto de partida para cuestionar narrativas personales y explorar un universo nuevo creado donde las plantas sirven de puente.

Esas plantas que sobrevivieron a su padre son parte de su memoria y una manifestación tangible de la huella que dejó.

Este proyecto supone una invitación a la reflexión sobre todas las relaciones que una vez formamos y que continúan desarrollándose después de la muerte.

Eng

This project explores a father-son relationship brimming with loss, silence, death and reconciliation. Cristóbal Ascencio’s father died when the photographer was just 15 years old, but he was 30 years old before he discovered that his father had committed suicide. This information led Ascencio to revisit the images, places and memories left behind, and to dig into his family archive and the last place his father, a professional gardener, worked, using different digital strategies.

A three-dimensional representation of the garden using photogrammetry addresses questions related to the plasticity of memory, represented by plants his father grew that are still alive today.

Using images, the photographer aims to give shape to this absence. Photography is used as a starting point for questioning personal narratives and exploring a new universe where plants serve as a bridge between two worlds.