Mucho nos revela Alberto García-Alix sobre la vida en sus fotografías. Su visión atenta y siempre atmosférica delata la existencia de una complejidad que trasciende a su propia representación. Tras un riguroso proceso de observación e interpretación, el artista Juan Cabello Arribas reconstruye su propia narración capturando la energía que García-Alíx ha depositado meticulosamente en cada uno de sus trabajos. Sus ensamblajes, compuestos con fragmentos procedentes del archivo del fotógrafo, y no sólo, representan una nueva realidad compartida donde Cabello Arribas ha querido reunir desde su intimidad las pulsaciones que García-Alíx dejó plasmadas en sus imágenes y que ahora, bajo una nueva composición, continúan latentes y reconocibles, pero son otra cosa. La exposición nos ofrece la oportunidad de recoger toda esa energía que ambos artistas capturaron durante sus prácticas de visionado, presentando sus obras como una revisión de la vida en sí misma.