Marcos López nos muestra el Sur. La periferia de la periferia. El dolor que provoca ser parte de un país rico en recursos naturales con más del 50 % de sus habitantes bajo la línea de pobreza. Busca una imagen en la que conviva una reflexión sociocultural y socioeconómica de los países con un sentimiento de angustia universal. El resentimiento propio del mestizaje. Una dosis de humor y de ternura para consolar la existencia. El exceso. La exageración. El Sur del Sur. El surrealismo latinoamericano que se transforma en sub-realismo. La puesta en escena como documento. La inmigración. La ira. La resaca que provoca al día siguiente la borrachera con un tequila de segunda marca. Apropiarse de América Latina con un gesto bolivariano que toma la forma de un grito salvaje hasta transformarse en cumbia, en vallenato colombiano, en son cubano.