Transformación es una obra colectiva de Alejandra Glez, Lucía Lamata y María de la Rica que nace desde la necesidad de sanar a través del arte y el vínculo entre mujeres. Más que una exposición, es un proceso íntimo y coral, una experiencia compartida de sororidad y acompañamiento donde el arte se convierte en ritual, en ofrenda, en refugio.

A lo largo del proyecto, las artistas se enfrentan a sus miedos, desnudan sus vulnerabilidades y tejen, juntas, una red de apoyo emocional y simbólico. El gesto de trenzar sus cabellos —acción final del proceso— se presenta como un acto de confianza, resistencia y comunión espiritual. Inspiradas por referentes como Abramović o Mendieta, retoman la trenza como metáfora viva del entrelazamiento de historias, cuerpos y memorias femeninas.

El mar ocupa un lugar central en la propuesta, no solo como entorno físico, sino como fuerza simbólica de transformación. Cada ola encarna un desafío, cada inmersión, una posibilidad de renacimiento. En este paisaje líquido, las artistas encuentran el espacio para fundir lo individual con lo colectivo, lo personal con lo político.

Transformación no busca un resultado cerrado o una pieza final, sino que celebra el propio trayecto: el proceso como práctica artística, la vulnerabilidad como potencia y el encuentro como lugar de creación. En este tejido de afectos, se construye un archivo vivo de resiliencia femenina, una declaración de que el arte, cuando es compartido, puede ser una herramienta de sanación y cambio profundo.

Este proyecto es un canto al cuidado, un testimonio de cómo la creación compartida entre mujeres no solo transforma la obra, sino también a quienes la hacen posible.