Nota de prensa
«La comedia humana», de Elliot Erwitt, en La Fundación Canal
Fecha
15 may. 2024
Contacto
Coproducida por Magnum Photos y la Fundación Canal y comisariada por Andrea Holzherr, directora global de exposiciones de Magnum Photos, forma parte de la Sección Oficial de PhotoESPAÑA 2024.
Reúne 135 obras del fotógrafo franco-estadounidense que provienen directamente de su estudio y que reflejan su característica pulsión por capturar la esencia de lo cotidiano, desde el humor, el ingenio y el corazón.
Dividida en tres secciones, la exposición muestra tres de los ámbitos icónicos que fueron objeto de inspiración para Erwitt: las personas, los animales y las formas.
La Fundación Canal presenta Elliott Erwitt. La comedia humana, una exposición coproducida con Magnum Photos que reúne 135 copias de época del fotógrafo estadounidense procedentes de su estudio, que él mismo positivó y que reflejan su pulsión característica por capturar la esencia de lo cotidiano, desde el humor, el ingenio y el corazón. La muestra forma parte de la Sección Oficial de PHotoESPAÑA 2024.
Elliott Erwitt (1928-2023) ha pasado a formar parte de la historia de la fotografía por su capacidad de encontrar y capturar lo extraordinario en lo ordinario y de mostrar la comicidad que se encuentra en la humanidad. La narrativa de su obra es la historia de la vida misma. Para él, la fotografía “cuando es buena, es bastante interesante, y cuando es muy buena, es irracional e incluso mágica […] Cuando surge la fotografía, lo hace fácilmente, como un regalo que no debe ser cuestionado ni analizado”.
Las ocurrencias visuales que inundan sus fotografías despiertan una sonrisa cómplice en el espectador, haciéndole partícipe del espectáculo de la comedia humana. A lo largo de la exposición, se puede observar cómo encontraba humor en lo peculiar del comportamiento humano, en sus escenas callejeras o en la intimidad de lo doméstico que inmortalizó con su cámara.
La humanidad de sus obras hace referencia a la mirada del fotógrafo, por la conexión emocional que crea con lo retratado. Lejos de la planificación y de una metodología inmutable, el trabajo de Erwitt es fruto del placer diario de salir al encuentro de la imagen, combinado con una maestría absoluta de la técnica fotográfica.
Son el uso del blanco y negro, junto a la ironía, las señas de identidad de este artista. Aunque una pequeña parte de su producción fotográfica es en color –la más comercial, aquello que consideraba «trabajo»–, según Erwitt, “el color es descriptivo. El blanco y negro es interpretativo”. En sus instantáneas, el color se reduce para dejar paso a lo esencial: las intensidades de los tonos, que ocultan una cosa y resaltan otra, y ofrecen una interpretación más libre, más expresiva y emotiva de la realidad. Es por ello, por lo que también sus fotografías están tituladas solo con la ubicación y el año, invitando al espectador a leer la imagen de forma más “pura”, para que pueda sacar sus propias conclusiones.
Personas, animales y formas
La exposición, dividida en tres secciones, muestra tres de los ámbitos icónicos que fueron objeto de inspiración para Erwitt:
Las personas, que llenan sus escenas de anécdotas ordinarias y que Erwitt, a través de su objetivo, convirtió en extraordinarias. Estudiaba cada interacción humana en el contexto en el que sucedía. En las obras que representan esta sección, no hay un sujeto prefijado, solo un interés por el momento. Este apartado se compone a su vez por dos
subsecciones temáticas. La primera de ellas, Observando gente, muestra fotografías que representan la habilidad de Erwitt para detectar acontecimientos caprichosos y absurdos que no podían escapar a su cámara. La segunda, Observando museos, representa la fascinación de Erwitt por sus salas, sus visitantes y el vínculo entre ellos.
Los animales, donde se puede observar, a través de tres subsecciones, la afinidad que Erwitt siempre sintió por los animales, en especial por los perros, y que le llevó a realizar algunas de sus imágenes más icónicas. En la primera subsección, Perros, queda reflejada su conexión natural por estos animales, ya que encontró en ellos más que simples modelos, humanizándolos y buscando reflejar también su peculiar perspectiva de la comedia humana, como se puede observar en la sección Perspectiva perruna. En la última, Otros animales, recoge instantáneas de animales que también fueron objeto de su veneración y que presenta una panorámica que Erwitt hace en el entorno urbano, donde se encuentra una multiplicidad de especies que conviven en la ciudad.
Y las formas, una serie de yuxtaposiciones con objetos que se combinan para crear realidades abstractas, y que componen el escenario donde se lleva a cabo esta comedia. Esta sección de la exposición se compone de dos subsecciones. Abstracciones, con fotografías que no se pueden equiparar a la abstracción pura, pero que recogen ciertas cualidades, como materialidades que se combinan, elementos que se superponen de manera geométrica o la manipulación precisa de la luz. La segunda, Composiciones, muestra la capacidad de Erwitt de desarrollar otras formas de abordar la imagen más allá de su encuadre interpretativo. A pesar de ser ambientes humanoides, las personas desaparecen o no son elementos primordiales en la imagen.
De las 135 copias de época que componen la exposición, 122 son impresiones de pequeño formato, a menudo denominadas “impresiones de trabajo”, ya que fueron utilizadas originalmente por el propio Erwitt para el desarrollo de libros o revistas. Junto a estas fotografías, la exposición también acoge 13 copias de gran formato (76 x 101 cm) a las que Erwitt denominó “impresiones maestras” y que fueron directamente supervisadas por él con el fin de exhibirlas en museos o galerías. Juntas, las “impresiones de trabajo” y las “impresiones maestras”, forman una colección única que proviene directamente del estudio de Elliott Erwitt y que se presentan por primera vez ante el público con esta disposición.